lunes, 25 de febrero de 2013

LA ECOGRAFIA DEL PRIMER TRIMESTRE


El embrión debe tener una longitud cráneo-caudal o CRL/LCC (de la cabeza a la rabadilla) de 45 a 84 mm.
Los objetivos de esta ecografía son:
- Confirmar la vitalidad del embrión: descartar gestación interrumpida, embarazo ectópico, mola hidatidiforme.
- Diagnosticar patología pélvica: se mira la morfología del útero y los ovarios.
- Datar la gestación: se considera que la medida del CRL durante el primer trimestre puede calcular la fecha probable de parto (FPP) con una desviación de +- 3 días. Dicho de otra forma, el CRL nos dirá si el tamaño del embrión coincide con la edad gestacional calculada por la fecha de última regla (FUR). Si no es así, el tocólogo modificará la FUR a la corregida por ecografía. Esto no quiere decir que algo vaya mal con la gestación.
- Diagnostico de gemelaridad: saber el número de embriones, de bolsas y placentas.
- Detección de malformaciones precoces: como falta de extremidades, ciertas cardiopatías, algunas alteraciones del sistema nervioso central…
- Medida de la traslucencia nucal (TN): esto forma parte del screening combinado. Esta medida está aumentada en los embriones afectos de síndrome de Down, síndrome de Turner, síndrome de Edwards entre otras anomalías. Aunque una TN aumentada también puede estar presente en embriones sanos.
- Marcadores de anomalías cromosómicas: otros marcadores de anomalías cromosómicas que se pueden detectar en esta ecografía son la ausencia de hueso nasal, la regurgitación tricuspídea (regurgitación de sangre a través de una válvula cardiaca), alteraciones en el Ductus Venoso (une la vena umbilical con la vena cava), cordón umbilical con 1 arteria (lo habitual son 2) y el ángulo facial obtuso. Hay que saber que la presencia de alguno de estos marcadores no implica necesariamente que el embrión tenga alguna anomalía.